Quizá la palabra exodoncia no te resulte familiar. Muchos pacientes de Smile Dental Eurovillas sienten recelo al escuchar la palabra. Sin embargo, detrás de este nombre se esconde un proceso de lo más frecuente en las consultas de los dentistas y es que una exodoncia no es más que una extracción dental.
Aunque se trata de una intervención quirúrgica, la exodoncia es una cirugía sencilla que se realiza con anestesia local. La técnica que emplean los dentistas para la extracción de una o varias piezas dentales es precisa y rápida, de modo que por norma general tras la exodoncia no aparecen complicaciones más allá de una leve hemorragia posterior.
Algunos pacientes notan molestias o dolor postquirúrgico en la zona tratada, sin embargo, estos efectos secundarios suelen desaparecer pocos días después de la cirugía.
En algunos casos, además, es posible que se produzca una infección en la zona afectada. Se trata de un efecto secundario muy poco frecuente, pero conviene estar pendiente de cualquier síntoma y alertar a nuestro especialista si sospechamos que algo no funciona bien en nuestra boca tras la intervención.
¿CUÁNDO ES NECESARIA UNA EXODONCIA?
- Cuando el diente está dañado y es perjudicial para la salud bucal del paciente. Esto ocurre en casos de caries, enfermedad periodontal o en dientes relacionados con quistes y tumores.
- En el caso de dientes incluidos, es decir, dientes que no han erupcionado –como las muelas del juicio–, anomalías de posición y situación, dientes temporales…
En cualquier caso, mantener una óptima higiene dental y del tejido periodontal es fundamental hasta que el odontólogo evalúe las opciones de reemplazo para el diente o dientes extraídos. Y es que el reemplazo dental ayudará, sobre todo, a prevenir que los dientes contiguos cambien de posición.
¿QUÉ TIPOS DE EXODONCIAS EXISTEN?
Las exodoncias se clasifican en simples o complicadas en función del grado de dificultad de la intervención.
En el primer caso, es decir, el de las exodoncias simples, su extracción se realiza aflojando directamente el diente de la encía. Son las más frecuentes y se tardan pocos segundos en extraer el diente.
El procedimiento es sencillo: una vez aplicada la anestesia local, el odontólogo sujetará el diente con una pinza y lo moverá hasta que este se libere por completo. Gracias a la anestesia, el paciente no sentirá dolor y podrá salir de la consulta por su propio pie y únicamente mordiendo una gasa para cortar la hemorragia.
El segundo caso, el de las exodoncias complicadas, se trata de procedimientos en los que el diente está roto –y por lo tanto el dentista no puede cogerlo con la pinza– o bien, como decíamos, que el diente no haya salido. En ambas situaciones será necesaria realizar una incisión en la encía para poder llevar a cabo la exodoncia.