Cómo cuidar las encías y dientes emergentes de tu bebé.

En esta nota resolvemos las dudas más frecuentes sobre el cuidado de las encías y dientes de tu bebé.

¿Debo empezar a limpiar sus encías antes de que le salgan los dientes?

Sí. Incluso antes de que asome el primer dientito de tu bebé, es buena idea iniciar el hábito de limpiarle las encías con gasa o con una toallita suave mojada durante su baño. Todavía no necesitas usar pasta dental. Simplemente coloca la gasa o la toallita alrededor de tu dedo pulgar y frota suavemente las encías de tu bebé.

Las bacterias que hay en la boca, por lo general no pueden dañar las encías antes de que salgan los dientes. Sin embargo, podría ser difícil saber cuándo empezarán a surgir los dientes, así que es bueno empezar la rutina de limpieza temprano.

Acostumbrar a tu bebé a que le limpien la boca, como parte de su rutina diaria, seguramente facilitará la transición a lavarse los dientes más adelante.

¿Cuál es la mejor forma de cepillarle los dientes?

Al empezar a aparecer los dientes de tu bebé (por lo general alrededor de los 6 meses), busca un cepillo dental especial para bebés con una cabeza pequeña y un mango grande apropiado para tu mano.

Si tu bebé está sano y aún no le ha salido su primer diente hacia el final de su primer año, no te preocupes: a algunos niños no les empiezan a salir hasta los 15 o los 18 meses.

Usa una pequeña cantidad de pasta con flúor (del tamaño de un grano de arroz). Para evitar dar a tu niño demasiado flúor sigue la siguiente recomedación.

Cepíllale los dientitos con suavidad, tanto la parte de enfrente como la de atrás, dos veces al día. También cepíllale la lengua (si te deja) para eliminar las bacterias que pueden causar mal aliento. No necesitas enjuagarle la boca, debido a que solo estás usando una pequeñísima cantidad de pasta dental.

Usa un cepillo de dientes nuevo en cuanto las cerdas empiecen a verse gastadas o en malas condiciones.

Lo más probable es que por ahora, los dientes de tu bebé estén separados, así que no necesitas preocuparte por usar hilo dental. De hecho, no hay evidencia que demuestre que pasar el hilo dental por los dientes de tu bebé, hace una diferencia. La mayoría de los dentistas recomiendan empezar a usar el hilo dental cuando las superficies de los dientes de tu niño empiecen a tocarse, ya que eso dificulta limpiarlas solo con el cepillo dental.

¿Cómo sabré si mi bebé recibe la cantidad adecuada de flúor?

Los dientes en desarrollo de tu bebé podrían beneficiarse de un poco de flúor. Este mineral ayuda a prevenir la caries dental fortaleciendo el esmalte de los dientes y haciéndolo más resistente a los ácidos y a las bacterias, que son perjudiciales. Tu bebé puede obtener flúor a través de la pasta dental y del agua. Asimismo, su doctor o dentista le puede aplicar un gel o barniz de flúor en sus dientes.

Nota: en general, no es buena idea dar agua para beber a tu bebé hasta que cumpla los 6 meses de edad. Hasta entonces, recibirá toda la hidratación que necesita de la leche materna o la leche de fórmula, incluso en climas calientes. Si el agua que utilizas para prepararle la fórmula a tu bebé contiene flúor, recibirá ese mineral de sus tomas. Lee más sobre darle agua a tu bebé.

Ten en cuenta que mientras el flúor es bueno para los dientes de tu bebé, darle demasiado puede ocasionar una condición llamada fluorosis, que podría desarrollar manchas blancas en los dientes de adulto de tu hijo. Es por eso que es importante usar solo una cantidad de pasta dental del tamaño de un grano de arroz, hasta que tu niño sea lo suficientemente mayor para enjuagarse la boca y escupir los residuos de la pasta. En Estados Unidos, el abastecimiento de agua municipal en la mayoría de los pueblos y ciudades está fortificada con flúor (puedes llamar a tu compañía de agua local para averiguar acerca de la tuya). Si el agua de tu localidad no está fortificada con flúor o si obtienes agua de un pozo, considera comprar en tu departamento de salud, en una ferretería o una farmacia, un estuche especial para hacerle una prueba al agua.

Si los resultados muestran un contenido de flúor de menos de .3 partes por millón, pregúntale al pediatra si debes darle a tu bebé un suplemento de flúor (la cantidad recomendada para niños menores de 3 años es de .25 miligramos diarios). Es posible que le recete flúor en gotas, que podrías agregar al biberón o al cereal de tu bebé una vez al día. Los expertos no recomiendan suplementos de flúor para bebés menores de 6 meses de edad.

El agua y los jugos embotellados podrían contener flúor, aunque la cantidad no siempre se especifica en la etiqueta.

¿Cuándo debo empezar a llevar a mi hijo al dentista?

La Academia Estadounidense de Pediatría y la Academia Estadounidense de Odontología Pediátrica recomiendan que lleves a tu pequeño a ver al dentista dentro de los próximos 6 meses, después de que le sale su primer dientito.

Mientras tanto, durante cada visita de rutina de tu bebé al pediatra, este debe revisar sus dientes (si tiene alguno) y aplicar barniz de flúor cada tres a seis meses, dependiendo de lo propenso que sea tu niño de desarrollar caries. (Entre los factores que incrementan su riesgo de desarrollar caries, se incluyen: un historial de caries en la familia o un mal cuidado dental de la mamá durante el embarazo).

Cuando lleves a tu niño al dentista, asegúrate de informarle acerca de los tratamientos de flúor que tu tu hijo ya recibió en el consultorio de su pediatra.

Si no puedes costear los servicios para el cuidado dental de tu bebé, habla al departamento de salud de tu cuidad para que te brinden información sobre servicios o programas disponibles gratuitos o de bajo costo.

Cómo cuidar las encías y dientes emergentes de tu bebé

¿Hay ciertas comidas que contribuyen a la aparición de caries?

Los alimentos dulces (incluyendo la fruta fresca, los frutos secos, los jugos, y comidas como los sándwiches de maní de cacahuete y mermelada) y las comidas con alto contenido de almidón (como panes, galletas saladas, pasta y pretzels) pueden contribuir a la aparición de caries.

Es recomendable que le sirvas estos alimentos a tu niño durante las comidas. Y es que si se los das como aperitivos, se quedarán más tiempo en sus dientes y aumentarán las posibilidades de que causen caries. Servirlos con agua también ayuda.

No acuestes a tu niño a dormir con su biberón con leche (ya sea materna o fórmula), jugo o cualquier otro líquido dulce. Estos líquidos alimentan a las bacterias que se encuentran en su boca y que causan caries.

Fuente: Español babycenter